lunes, 20 de julio de 2015

Cuento



Érase una vez una princesa que estaba enferma de amor. Era tan fea que nadie quería ligar con ella. Así que se puso muy silenciosa y se encerró en una torre esperando que algún día viniera su verdadero amor. Al mismo tiempo un príncipe estaba buscando novia, una mujer que no lo quisiera solo por su gloria y oro. Una noche un ruiseñor se posó en el alféizar de la ventana y le contó al príncipe que hay una princesa que busca el verdadero amor. Justo en esa noche el príncipe se marchó de viaje para encontrar a la princesa y así también su amor. En el viaje pasó por selvas oscuras y montañas altas luchando las bestias más horribles del mundo. El ruiseñor era su acompañante permanente. Al final llegó a la torre y estaba totalmente agotado. Cuando subió la torre ya pudo oír la voz preciosa de la chica. Al ver a la princesa se asustó tan fuertemente que se cayó por la ventana de la torre y murió. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Y la moraleja del cuento: No siempre vale la pena esforzarse tanto.

Fabius Farkas

No hay comentarios:

Publicar un comentario